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Espacios flexibles: 5 ventajas arquitectónicas.

(Fotografías e imágenes ilustrativas. Fuente: Google.com)


Entre los principales factores que potenciaron la transformación arquitectónica en los espacios laborales, podríamos mencionar sin duda alguna, al contexto pandémico a nivel mundial. Sin embargo este hecho ha sido solamente un acelerador de procesos de cambios que venían sucediendo naturalmente en la arquitectura corporativa, en estrecha relación con los avances tecnológicos, y también, con las inquietudes de las nuevas generaciones que buscan alternativas para los trabajos que implican estar muchas horas en un solo lugar.

Por supuesto que no todos los empleos cuentan con la flexibilidad necesaria para implementar estos cambios. Hay tareas o roles que precisan silencio, calma, privacidad y otra multiplicidad de factores que influyen sustancialmente sobre la eficacia y el rendimiento de las personas.

Pero por otro lado, desde una visión arquitectónica, observamos que hay infinidad de proyectos beneficiados con la utilización de escritorios y espacios flexibles, en los cuales los equipos de trabajo rotan día a día sus posiciones no por una imposición jerárquica, sino más bien, por una disposición natural al encuentro con otros profesionales en pos de un mejor desarrollo laboral.

Si bien este concepto fue consolidado con la expansión y consolidación de los espacios de coworking, hoy por hoy las empresas, y a su vez, los estudios de arquitectura, están más dispuestos a considerarlos una opción válida y rentable. Les compartimos 5 ventajas de considerar a los espacios flexibles para reflexionar sobre el futuro de las oficinas en conjunto:

  1. Libre elección de ambiente: Imagina poder elegir dónde sentarte a trabajar todos los días considerando si necesitas silencio, sol, un poco más de oscuridad, estar rodeado de colegas, etc. Esta elección diaria maximiza la creatividad, el rendimiento y nuestra energía.

  2. Aumento de la productividad: Colaborar, intercambiar ideas, cruzar miradas y opiniones son acciones que aceleran las tareas. Un espacio compartido propicia este tipo de interacciones.

  3. Ahorra en costos: Es posible disponer de un piso en el cual las posiciones son compartidas por el personal durante sus jornadas laborales, utilizando cada escritorio durante el tiempo preciso y en el momento adecuado.

  4. Potencia la colaboración y los vínculos entre profesionales: En el ámbito laboral es posible que gracias a la flexibilidad del uso de tu posición con otros colegas, los equipos de trabajo puedan relacionarse grupal e individualmente, con el consiguiente refuerzo del sentido de pertenencia a la empresa que los vincula.

  5. Orden: Si bien compartir tu espacio de trabajo disminuye la personalización del mismo, a su vez, colabora con un mayor orden al no disponer de un lugar en dónde dejar tus cosas. Esto propicia un aumento en la concentración de las personas que solo dispondrán de los elementos necesarios para trabajar.

Es claro que las oficinas ya no serán como solían serlo, sabemos que en verdad hay muchos empleos que hoy pueden resolverse viajando por el mundo, teniendo a mano una notebook, un celular y una buena conexión a internet. También es cierto que los espacios flexibles presentan algunas desventajas: el ruido y la disminución de la privacidad entre otros. En este sentido, las empresas que aplican estos cambios apuestan sobre una visión a largo plazo y somos los estudios de arquitectura corporativa quienes resolvemos esas proyecciones con propuestas innovadoras.


¡Gracias por leernos!

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